La gran obra de Cervantes, el Quijote, recorre la geografía manchega con referencias a una gastronomía tradicional rica e intensa que, hoy día, se puede degustar refrendada por la calidad del producto y sus indicaciones geográficas protegidas y denominaciones de origen.
Gastronomía tradicional manchega

La Ruta del Quijote está diseñada en 10 tramos que permiten disfrutar de la riqueza histórica y paisajística de La Mancha, a la vez que se degustan su excelente gastronomía tradicional. A lo largo de los 10 tramos en los que se divide la ruta, se pueden hallar platos a los que hace referencia la obra de Cervantes, como el famoso pisto manchego, las migas, las gachas de matanza, el flan de queso o platos de caza. Entre estos últimos, en La Mancha destacan especialmente los de perdiz, jabalí, así como el tasajo de ciervo, o platos de conejo y platos de cordero.
De entre las denominaciones de origen más conocidas de La Mancha sin duda está la D.O.P Queso Manchego, elaborado con ovejas de raza manchega, y que requiere de una maduración mínima de 30 días (60 días para los quesos de mayor formato). Este se puede degustar, sin duda, con los vinos de las denominaciones de origen La Mancha y Valdepeñas, que se encuentran en la Ruta del Quijote.
Pero también resulta a destacable la D.O.P Azafrán de La Mancha (en La Mancha se produce el 90% del cultivo de azafrán de España) y la D.O.P Miel de la Alcarria, de romero, espliego o tomillo, además de la multifloral.
De sus huertas y campos, La Manga nos regala dos Indicaciones Geográficas Protegidas: el Ajo Morado de las Pedroñeras, caracterizado, además de por su color, por su potente aroma y su sabor picante; y la Berenjena de Almagro, una variedad propia del lugar que se prepara en conserva, cocida y aliñada con aceite, vinagre, sal, pimentón, pimienta, comino, laurel, ajo y agua.
Además, La Mancha cuenta con una excelente repostería de influencia árabe, con gran desarrollo de repostería de conventos, uso de la miel y los frutos secos. Ejemplo emblemático son las flores manchegas, una masa frita en aceite y bañada en miel con forma de flor. Todo ello, sin olvidar los famosos mazapanes de Toledo, en los que la almendra debe estar presente en la mitad del peso total.
Tramos de la Ruta del Quijote

Toda esta gastronomía se puede hallar en los diez tramos en los que se divide la Ruta del Quijote, con casi 150 municipios. Diseñada, más que para hacerlos de una vez, para degustarlos paso a paso, pueblo a pueblo, entre molinos, campos y parajes cervantinos, pues en general cada tramo supera los 100 quilómetros e incluso los 200. Los tramos son:
1.- De Toledo a San Clemente, pasando por el Toboso y Belmonte
2.- De San Clemente a Villanueva de los Infantes
3.- De Villanueva de los Infantes a Almagro
4.- Del Valle de Alcudia al Campo de Calatrava
5.- De Albacete a Alcaraz y Bienservida
6.- De La Roda al Campo de Montiel
7.- Del campo de Criptana (conocida por sus molinos) a Tomelloso
8.- De Almagro a Toledo, por Ciudad Real y Consuegra
9.- De Esquivas a Illescas y Carranque
10 De La Hoz de Río Dulce a Sigüenza y Atienza