¿Quién no asocia pasta o pizza con la gastronomía italiana? Sin duda, es una de las gastronomías que más platos han sabido exportar a todo el mundo, tanto a través de oleadas migratorias que han insertado ciertas tradiciones en otros países, como a través de restaurantes que han adoptado sus buques insignia como eje de su oferta culinaria. Sin embargo, la riqueza de la gastronomía italiana va mucho más allá y os invitamos a un recorrido por las diferentes zonas del país a través de sus platos más emblemáticos.
Bases de la gastronomía italiana
La base de la gastronomía italiana es la dieta mediterránea, esta última reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. El olivo, la vid y el trigo han sido la triada por excelencia de esta gastronomía. Y no en vano Italia es el segundo país productor de aceite de oliva (después de España) y cuenta con excelentes vinos (ver aquí), siendo el segundo productor del mundo por detrás de Francia, y a través del trigo nos ha regalado esas fantásticas elaboraciones más allá del pan que se pueden disfrutar en todo el mundo: la pasta, la pizza, la foccaccia, etc. Todo ello aderezado con una rica huerta y una presencia de verduras y hortalizas característica de la gastronomía mediterránea.
Además, cuenta con embutidos emblemáticos, desde el famoso prosciutto di Parma (jamón curado) pero también el speck (un jamón deshuesado y ahumado antes de curarse), hasta el conocidísimo salami, la mortadela, además de joyas como el zampone o el cotechino, a base de carnes de cerdo embutidas con grasa, o la bresaola que nos recuerda a las cecinas españolas.
Y a todo ello cabe añadir quesos emblemáticos. ¿Quién no conoce la mozzarella di buffala, el goronzola, el pecorino, el gran padano, el provolone, el ricotta, etc?
Y no podemos olvidar los dulces italianos, del tiramisú al navideño panettone, pasando por la panacotta o los sabrosos cannoli y, ¿como no? el gelato.
Con todo ello en la base, vamos a darnos un paseo por los diferentes platos típicos de la gastronomía italiana.
Gastronomía del norte de Italia

El risotto, arroz meloso con queso (ver aquí recetas de risottos), es uno de los platos que también ha traspasado las fronteras italianas, y es uno de los típicos del norte de Italia. En esta zona italiana se usa menos la pasta seca, el tomate o el aceite de oliva, aunque es tierra de pestos y boloñesas, y nos propone un viaje por platos cárnicos, desde el famoso carpaccio de ternera, hasta el vitello tonnato o vitel tonne, en el que la ternera se acompaña de una salsa a base de huevo batido, crema de leche y atún.
La gastronomía del centro de Italia
Aquí aceite de oliva, embutidos, el pecorino se revisten de carnes de pollo, cerdo, cabrito, cordero… Una de las delicias que este último nos depara es mazzeralle, un plato en el que la tripa de cordero se envuelve con hojas de endivia a su vez atadas con intestino de cordero y que es una explosión de sabor. cordero, cabrito… Pero también esta zona nos ofrece el pollo in potacchio o platos de cuchara como a base de legumbres como la zuppa di farro.
La gastronomía del sur de Italia

Aquí es donde brilla el aceite de oliva, las hortalizas y las sencillas preparaciones; aquí es donde la pasta seca es la estrella, junto a la pizza, los calzzones, etc.
El tomate es un eje esencial de la cocina del sur de Italia, y nos da una de esas deliciosas preparaciones de pasta, con la salsa pomodoro como base (ver aquí receta) y un poco de albahaca fresca. Pero también en preparaciones como la pasta a la putanesca (ver aquí receta) o la pasta con ciambotto, una salsa de tomate y pescado. Pescado y marisco también están presentes por si solos, asados o fritos, y con pasta con los espaguetis allo scoglio (lo que conocemos como frutos del mar). Y así, suma y sigue creando multitud de los platos de pasta más conocidos a nivel internacional.
Y si pasamos por Sicilia y Cerdeña encontramos los regús, pero también platos marítimos de pasta, como los espaguetis con erizos de mar, o platos de mar por sí solos, como el Astice alla catalana, un plato de bogavante de influencia catalana, elaborado con tomate, apio y cebolla, y una salsa a base de la cabeza del mismo marisco, zumo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta.
Este ha sido un pequeño paseo por la riqueza de la gastronomía italiana, imposible de resumir, incansable para saborear.