Receta de macarrones con queso al estilo americano, también conocidos como mac and cheese o mc and cheese, que se elaboran con salsa de queso cheddar y, en nuestro caso, acompañados de brócoli.
Ingredientes para 4 personas
- 400gr de macarrones
- 1 brocoli
- 150gr de queso cheddar rallado
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de harina
- 1 vaso de leche
- 1 cucharadita de mostaza
- Pimienta
- Sal
Cómo hacer mac and cheese
Los macarrones con queso o mac and cheese van impregnados de una cremosa salsa para cuya elaboración vamos a hacer una bechamel de queso. Para ello, se pone a calentar la leche y, en un cazo aparte, se pone a deshacer la mantequilla, a la que, una vez líquida, se agrega la harina. Se rehoga hasta hacer una roux blanca (ver aquí como hacer los diferentes tipos de roux). Luego se aparta del fuego, se deja atemperar el roux para facilitar la posterior mezcla, y se vierte la leche caliente, poco a poco, y removiendo constantemente. Se remueve hasta eliminar grumos, y se vuelve a poner al fuego a fuego lento durante unos 10 o 15 minutos más. Pasados estos, se retira del fuego, se agregan 150gr de queso cheddar (los 30gr restantes se guardan para gratinar) y la cucharadita de mostaza. Se remueve hasta que el queso quede disuelto. Se corrige de sal, se añade la pimienta y se remueve una última vez para que todo quede integrado.
Paralelamente a la cocción de la salsa, se puede ir cociendo la pasta. Para los macs and cheese, en Estados Unidos suele emplear lo que ellos llaman elbows o coditos o galets pequeños. Pero aquí los hemos elaborado nuestros macs and cheese con lo que nosotros denominamos macarrones. En todo caso, lo interesante de los macarrones con queso o mac and cheese es que la pasta se hueca para que pueda impregnarse bien de la salsa. Así que se pone abundante agua con sal a calentar en una olla y, mientras, se lava el brócoli para luego separar los ramilletes.

Una vez el agua esté caliente, se agregan los ramilletes de brócoli y, cuando el agua vuelva a arrancar el hervor, se añaden los macarrones. Aunque normalmente el objetivo es dejar la pasta al dente (ver aquí cómo), aquí la idea es dejarla un pelín menos cocida, ya que luego irá al horno.
Con la pasta un punto menos que al dente, se cuela todo el contenido de la olla y se pasa a una fuente para horno. Se añade la salsa de queso, se mezcla todo bien y se extienden los mac and cheese por la fuente. Se agregan por encima los 30gr del queso cheddar que se habían reservado y se introducen los macarrones con queso en el horno para gratinar. Una vez estén bien dorados por arriba, se sacan y se sirven calientes.