Receta rápida de girasoles rellenos de carne que se acompañan con una salsa de setas fácil de hacer a partir de setas deshidratadas.
Ingredientes para 4 personas
- Entre 400 y 600gr de girasoles rellenos de carne
- Albahaca fresca
- Sal
Para la salsa
- 30gr de setas al gusto deshidratadas
- ½ cebolla
- 200ml de crema de leche
- Coñac
- Sal y aceite
Cómo hacer salsa de setas paso a paso
Rehidratar las setas, sumergiéndolas en agua tibia durante una hora. Luego se cuela, y se reserva el agua sobrante de la rehidratación, así como las setas.
Paralelamente, se sofríe la cebolla cortada en mirepoux (daditos pequeños) en una sartén con un chorrito de aceite y sal. Una vez pochada se añaden las setas rehidratadas y un chorrito de coñac. Se rehoga el conjunto y se añade el agua con la que se han rehidratado las setas, ya que contiene el sabor de las mismas. Se deja que se cocinen, a la vez que se reduce el líquido.
Cuando este ha reducido, se añade la crema de leche, se deja que de un hervor y se retira del fuego. Se introduce el conjunto en el vaso de la batidora y se tritura.
Para hervir la pasta
La pasta se debe hervir en el último momento, con los comensales ya en casa, para asegurarse que queda al dente. Las cantidades de pasta en crudo recomendadas por persona oscilan entre 100 y 150gr. Los girasoles que os recomendamos son rellenos de carne, pero ello puede variar al gusto, y pueden ser frescos o secos, lo cual variará el tiempo de cocción. Por ello, hay que seguir las indicaciones del paquete al respecto, teniendo en cuenta que, en todo caso, la pasta se cuece partiendo del agua con sal ya hirviendo (ver aquí cómo cocer pasta al dente).
Una vez hervida la pasta, se escurre y se añade albahaca fresca picada. Se remueve y se sirve con la salsa.
Variantes. La salsa de setas se puede elaborar también con setas congeladas o, estando de temporada, con setas frescas. En ambos casos, se puede aumentar la cantidad de setas a utilizar en la receta, ya que su sabor es menos concentrado. A su vez, una parte se puede emplear una parte para la salsa, y la otra parte se puede saltear con un diente de ajo picado, de modo que se añadirían al plato de pasta como tropezones.