El pan es una de las elaboraciones más antiguas de la civilización humana en sus múltiples formas y composiciones. A menudo su consumo es diario por ello es importante saber cómo conservarlo mejor para mantener sus características y cómo almacenarlo si nos ha quedado pan de más.
Qué debemos tener en cuenta al comprar el pan

Lo primero que condiciona la conservación del pan es el tipo de pan que compramos. Los panes artesanos de calidad aguantan más tiempo que los industriales.
A su vez, las hogazas duran más que las barras porque tienen más miga y corteza que la proteja, ya que la miga se seca antes.
Si el pan llega a casa aún con el calor residual del horneado o lo hemos hecho nosotros mismos (ver aquí recetas de panes), es importante no guardarlo hasta que se haya enfriado. Y es que si se guarda cuando aún está caliente, se pone gomoso porque la corteza se humedece.
Cómo guardar el pan en casa para que se mantenga tierno
Uno de los principales objetivos al conservar pan es evitar que se seque y, para ello, hay que protegerlo del aire. Por eso se ha popularizado mucho guardar el pan en bolsas de plástico, pero no es la mejor opción, ya que no deja respirar el pan y acelera su degradación o la aparición de moho.
Por ello, la mejor opción es guardar el pan en una bolsa de lino u algodón, que son dos tejidos que lo dejan respirar bien a la vez que lo protegen del aire, o emplear paneras, cajas de madera o bolsas de papel.
¿Qué pan se puede guardar en la nevera?

A lo sumo, el pan de molde, y cuando se va a consumir poco a poco. Esto es porque el pan de molde resiste mejor los que se llama retrogradación del almidón, un proceso que implica un cambio en el orden de las moléculas que, en el caso del pan en la nevera, se traduce en la formación de cristales que expulsan el agua hacia afuera.
Por ello, si guardáramos una barra del pan en la nevera, veríamos como le aparecen gotitas en la corteza y acaba adquiriendo una textura gomosa que acaba afectando incluso al sabor. Por ello, el pan, en general, fuera de la nevera.
¿Cuánto tiempo podemos tener el pan en el congelador?
Lo que sí que podemos hacer con el pan es congelarlo. Aunque se puede mantener congelado hasta unos tres meses, lo ideal es consumirlo a lo sumo dentro de las primeras cuatro semanas, ya que así nos aseguramos toda su textura y todo su sabor originales.
Para congelar el pan hay que hacerlo metiéndolo en bolsas de plástico. Lo recomendable es que sea en porciones según nuestro consumo, y en todo caso, siempre anotando la fecha en la que lo hemos congelado, para así poder controlar mejor el consumirlo dentro del periodo máximo de cuatro semanas.
Descongelarlo es tan sencillo como dejarlo fuera de la bolsa, sobre algún trapo en la encimera y, a temperatura ambiente, tarda realmente poco en estar listo para comerlo con las mismas características en que lo habíamos congelado.